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Un juzgado investiga la posible compra de votos en Melilla tras dispararse el voto por correo
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Un juzgado investiga la posible compra de votos en Melilla tras dispararse el voto por correo

La JEC ha acordado pedir la identificación de los electores que votan en Melilla en cualquiera de las oficinas de correos del país, una exigencia que hasta la fecha se ceñía a los residentes en la ciudad autónoma

Foto: Desaparecen las colas en Correos de Melilla tras la orden de pedir el DNI a los votantes. (EFE/Paqui Sánchez)
Desaparecen las colas en Correos de Melilla tras la orden de pedir el DNI a los votantes. (EFE/Paqui Sánchez)
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Un coche sin matrícula se cruzó en medio de la calle con la moto del cartero el lunes 8 de mayo. Del vehículo salieron dos encapuchados, uno le inmovilizó agarrándole por la espalda, mientras que el otro le quitaba la documentación electoral que llevaba. Fue el primer intento violento de alterar el voto por correo en Melilla. En los días sucesivos, hubo otros cuatro más, hasta que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ordenó a las fuerzas de seguridad que escoltaran a los carteros. No hubo más asaltos, pero, hasta la fecha, ningún atracador ha sido detenido, aunque la Policía Nacional ha abierto una investigación por posible fraude electoral y el juzgado número 2 de la ciudad autónoma ha incoado diligencias después de que las solicitudes de voto por correo se hayan disparado.

Ante "las irregularidades" constatadas con el masivo voto por correo, la Junta Electoral Central (JEC) ha acordado pedir la identificación de los electores que votan en Melilla en cualquiera de las oficinas de correos del país, una exigencia que hasta la fecha se ceñía a los residentes en la ciudad autónoma, según ha avanzado la agencia de noticias EFE. Este miércoles, la Junta Electoral de Zona (JEZ) resolvió que los votantes por correo se identificasen a la hora de depositar su voto en la Oficina de Correos de Melilla. La ley les permitía hasta ahora delegar ese trámite en una persona autorizada. La decisión no se aplica con efecto retroactivo a los miles de melillenses que ya hicieron llegar su papeleta a Correos a través de intermediarios.

Como consecuencia de esta decisión, las largas colas de ciudadanos en la oficina de Correos para solicitar el voto de los últimos días han desaparecido al exigir a los votantes por correo que se identifiquen a la hora de enviar su voto a la mesa electoral.

Además, la delegada del Gobierno ha informado este jueves de la apertura de la investigación policial ante el posible fraude electoral. "Son 10.000 personas las que han solicitado el voto por correo que, sobre un censo de 55.000 electores, es muy elevado", ha señalado Moh en una entrevista en TVE recogida por Europa Press, en la que ha recordado que en 2019 fueron unas 34.000 personas las que votaron en Melilla, de ahí que haya deslizado que se podría hablar de que "un tercio de la Asamblea de Melilla podría estar ahora mismo en el voto por correo".

Hace ya 34 años, el Tribunal Supremo obligó a repetir las elecciones legislativas en Melilla que se habían celebrado el 29 de octubre de 1989 y que estuvieron salpicadas de irregularidades. El Partido Popular presentó entonces un recurso que ganó y tres parlamentarios del PSOE perdieron su escaño hasta la nueva cita con las urnas.

Hace ya cuatro décadas que cualquier elección en esa ciudad autónoma propicia una bronca entre partidos que se acusan de manipulaciones, compra de votos, etcétera. Las que se van a celebrar el 28 de mayo no solo confirman la tendencia, sino que la acentúan. La bronca es aún mayor.

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Pedro Puente Hoyos)

Cuando faltaban horas para que se cerrase el plazo para votar por correo, el 16,2% de los 61.126 electores censados en la ciudad lo había solicitado. Es decir que, si se descuenta la abstención previsible, alrededor del 22% de los votos emitidos lo será a través de este procedimiento.

En España, solo el 2,13% de los electores censados suele, de media, hacer los trámites para votar por correo, y en Ceuta, la otra ciudad autónoma, ese porcentaje se eleva al 2,33%. En las municipales de 2019, ya alcanzó en Melilla el 7,78% del censo, el récord de España. En las que se celebrarán dentro de 10 días, ese récord se duplicará con creces.

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Solo un ínfimo porcentaje de los melillenses que votarán por correo se ausentará de la ciudad ese último domingo de mayo. Si más de 10.000 melillenses votan por correo pese a encontrarse cerca de sus colegios electorales, es que hay compra de sufragios. “Es demencial asistir a este tipo de episodios cada vez que tenemos una consulta electoral”, se lamenta Eduardo de Castro, presidente de Melilla, que no se presenta a la reelección.

Foto: Melilla Vice: compra de votos a 50 euros

Las ofertas de compra de voto se hacen ya sin ningún miramiento, a cualquier hora y en cualquier establecimiento comercial de la ciudad”, se indignaba, el martes pasado, en un editorial, el diario El Faro de Melilla. “No es posible que a ningún policía de paisano no le hayan ofrecido ya votar por correo a cambio de dinero; no es posible que los delincuentes sigan haciendo de las suyas delante de nuestras narices y que no exista ningún mecanismo para expulsarles del juego democrático”, concluía el periódico.

La compra de votos no reviste mucha dificultad. Los electores solicitan en Correos, rellenando un impreso, votar por ese procedimiento, para lo que deben identificarse ante el empleado que les atiende. Una vez recibidas las papeletas de los partidos y el sobre en su domicilio, no necesitan volver a la oficina de Correos ni mostrar de nuevo su DNI para poder entregar su voto.

"Las ofertas de compra de voto se hacen ya sin ningún miramiento, a cualquier hora y en cualquier establecimiento comercial de la ciudad"

Puede delegar ante Correos en una persona autorizada que, si hay fraude, actúa por encargo del comprador del voto. En ese caso, la persona autorizada introduce en el sobre la papeleta indicada por el comprador. Hay personas autorizadas que se han presentado en las oficinas de Correos de Melilla con una veintena de papeletas debajo del brazo. Otras, para no llamar la atención en la ciudad, se desplazan hasta la Península y entregan en Correos de Málaga o Almería los sobres de aquellos melillenses que les han autorizado a hacerlo en su nombre.

¿A cuánto se paga un voto en Melilla? Juan José Imbroda, presidente del Partido Popular en la ciudad, señaló que a unos 80 euros. José Miguel Tasende, presidente de Vox, afirma que oscila entre 50 y 150, según los ingresos del elector comprado. A esas cantidades hay que añadir las comisiones de los intermediarios, porque ningún dirigente político local se pasea por la ciudad ofreciendo dinero a cambio de sufragios.

Sentencia del Supremo

El Tribunal Supremo ratificó en 2021 una condena a Dionisio Muñoz, ex secretario general del PSOE en Melilla, y a Mustafá Aberchán, líder de Coalición por Melilla (CpM), un partido que concita el voto musulmán, por la compra de votos en las elecciones generales de 2008. Ambos quedaron inhabilitados para cargo público hasta mediados de este año.

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Gema Aguilar, candidata de Podemos de Melilla, cree que no son los únicos que incurrieron en irregularidades. “Recordemos a Ignacio Velázquez [Partido Popular] cuando regalaba ladrillos a la gente de La Cañada”, un barrio musulmán y muy humilde de la ciudad, afirmó ante la prensa. “Podemos recordar también al PP de Juan José Imbroda [actual candidato a la presidencia de Melilla] imprimiendo papeletas” por su cuenta, añadió.

“Cuando no es compra de voto, es robo y ahora ya atraco a los carteros”, afirmó desolado Eduardo de Castro en una entrevista. “¡Es inaguantable!”, añadió el presidente melillense. Si la compra de votos no es nueva, los atracos sí lo son. Son “hechos muy graves”, reconoció, el martes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ayer miércoles viajó a Melilla para apoyar la campaña del PSOE.

Ante la alarma social, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, tomó tres medidas. La primera fue proporcionar una escolta policial a los 16 carteros que trasladan documentación electoral y que se negaban a continuar su trabajo si carecían de protección. La segunda consistió en contar con una presencia policial permanente ante la oficina central de Correos para evitar las trifulcas que se produjeron en años anteriores.

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La tercera pasa por reforzar el despliegue de la Guardia Civil en puerto y aeropuerto para evitar que nadie salga de la ciudad con un elevado número de votos por correos para entregarlos en la Península. Es una medida solo disuasoria, porque en esos controles no es posible detectar las papeletas como sí se hace, a veces, con la droga.

La reacción más vehemente ante el supuesto fraude del voto por correo ha sido la de CpM, el partido de tradición musulmana que gobierna la ciudad en coalición con el PSOE. Su líder, Mustafa Aberchán, anunció que pedirá al Tribunal Contencioso-Administrativo la suspensión de las elecciones por un presunto “fraude masivo”. Horas después de este anuncio, una de las sedes de su partido, la de la carretera de Hidum, fue atacada de noche con cócteles molotov.

Foto: El presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán. (EFE)

Más comedido, Vox instó en un escrito a la Junta Electoral Provincial suspender el voto por correo, que alterará el resultado de las elecciones y “dinamita así la democracia”. El PP y Podemos se han dirigido por separado a la Junta Electoral de Zona para solicitar que, excepcionalmente, el votante por correo deba acudir personalmente a Correos para entregar su voto e identificarse con su DNI. Esto es exactamente lo que acordó anoche la Junta Electoral de Zona.

Sin llegar tan lejos, el PSOE pidió que en todas las mesas electorales se coloque una urna adicional en la que se introduzca el voto por correo. Cuando se lleve a cabo el escrutinio, se sabrá a quién beneficia. Los Verdes, una formación que no iba a obtener escaño alguno en la Asamblea de Melilla, ha renunciado a concurrir, no sin antes denunciar un fraude masivo.

Pese a gobernar en coalición con CpM, Gloria Rojas, secretaria general del PSOE melillense, arremete en sus mítines contra la “demagogia” y las “cortinas de humo” de Aberchán que, según ella, pretende retrasar los comicios hasta que en verano deje de estar inhabilitado y pueda presentarse a la presidencia de la ciudad.

Foto: El nuevo presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, en su toma posesión de su cargo. (EFE)

Gema Aguilar, de Podemos, opina lo mismo. “Aberchán está tomando por idiota a la gente de Melilla”, comentó ante la prensa. “Todo el mundo sabe que está intentando retrasar las elecciones con una única intención: hacer realidad su objetivo personal y, en cuanto se le haya acabado la condena por la compra de votos por correo del año 2008, poder presentarse a las elecciones”, concluye.

Aunque es la máxima autoridad en su partido, Aberchán no se presenta el 28-M y su lista la encabeza una mujer, Dunia Almansouri, consejera de Hacienda. Los sondeos efectuados por SyM Consulting auguran que, por primera vez, el partido favorito de los musulmanes podría ganar al PP en votos y, con el apoyo del PSOE, volvería a gobernar como lo viene haciendo desde 2019. Las encuestas de GAD3 vaticinan, en cambio, que la lista que capitanea el popular Imbroda sería la más votada y, con el respaldo de Vox, se haría con las riendas de la ciudad.

¿Qué significan, sin embargo, los sondeos en un lugar donde más del 20% del voto escrutado el 28-M habrá llegado por correo?

Un coche sin matrícula se cruzó en medio de la calle con la moto del cartero el lunes 8 de mayo. Del vehículo salieron dos encapuchados, uno le inmovilizó agarrándole por la espalda, mientras que el otro le quitaba la documentación electoral que llevaba. Fue el primer intento violento de alterar el voto por correo en Melilla. En los días sucesivos, hubo otros cuatro más, hasta que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ordenó a las fuerzas de seguridad que escoltaran a los carteros. No hubo más asaltos, pero, hasta la fecha, ningún atracador ha sido detenido, aunque la Policía Nacional ha abierto una investigación por posible fraude electoral y el juzgado número 2 de la ciudad autónoma ha incoado diligencias después de que las solicitudes de voto por correo se hayan disparado.

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